La adhesión al club de la Unión Europa.

Tras haber realizado un informe económico sobre la evolución económica experimentada desde los años 1990 a 2020 entre las Repúblicas ex soviéticas europeas y Bálticas (Estonia, Letonia y Lituania); pasaremos a explicar el porqué de la decisión de estas últimas en adherirse a la Unión Europea , además de su evaluación y crecimiento económico.



En primer lugar se analizó, dentro del informe el PIB per cápita, uno de los indicadores más importantes. En este se pudo observar como las Repúblicas ex soviéticas Bálticas, aquellas únicas que pertenecen a la Unión Europea, disponen de los valores más altos de PIB per cápita destacando principalmente Estonia. Esto se debe a la promoción de un mercado libre, un programa económico favorable a las empresas y unas políticas fiscales sólidas dejando a este país en su mejor posición. 



En 1991, las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) obtuvieron su independencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.  Establecieron unos objetivos fundamentales: asegurar su independencia, iniciar un proceso de transformación postsocialista, integrarse en la Unión Europea y en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como rechazar cualquier intento por parte de Rusia para incorporarlos nuevamente en su zona de influencia. 


El 1 de mayo de 2004 formalizan definitivamente su entrada en la OTAN ( considerada por estos su principal vía que garantiza su seguridad) y en la Unión Europea (vía hacia un futuro más próspero e imprescindible para el desarrollo económico social) consiguiendo así dos objetivos fundamentales. 


Las repúblicas bálticas han experimentado un fuerte desarrollo económico desde los 90 y su crecimiento los acerca a la prosperidad de Europa del Norte.





En principio estas tres economías tenían una planificación estatal, una fuerte dependencia de Rusia y un grave retraso tecnológico, su grado de desarrollo estaba muy lejos del que disfrutaba Europa del Norte, e incluso de otros países que también dejaban atrás el comunismo (Finlandia, Polonia). El proceso de transición hacia el capitalismo sería lento y difícil. Sin embargo estos decidieron realizar un ajuste rápido.


Veinte años más tarde afirmamos los buenos resultados, han conseguido aumentar su riqueza.


La transición hacia el capitalismo supuso la privatización de tierras y empresas estatales, así como un marco jurídico que garantiza la propiedad privada y el establecimiento de un sistema monetario capitalista. Además, supuso la apertura comercial y las nuevas economías de mercado. 


Estas flexibilizaron su regulación laboral, redujeron decididamente la administración pública y establecieron un sistema de tipos de cambios fijo. 


Estas medidas generaron serios problemas a corto plazo (principalmente un mayor déficit comercial, pérdida de reservas y un aumento del desempleo), sin embargo, con el paso de los años las reformas demostraron ser esenciales para potenciar el crecimiento y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.


Otra medida fue la aplicación de políticas de reducción de impuestos para fomentar la generación de riqueza por parte del sector privado.


La hipótesis de convergencia no se puede afirmar pues son países con PIB per cápita alto en comparación con las Republicas ex soviéticas europeas y con un crecimiento rápido.


La entrada de los países Bálticos en la UE en un instrumento decisivo para garantizar unos resultados enormemente favorables para estos tres países, además de para la UE y para los nuevos vecinos que entres, como son la consolidación de la paz y la estabilidad en el nordeste de Europa y la creación de condiciones para la convergencia económica y política a largo plazo con los países más desarrollados de la Unión. 



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